Poema 17
Pensando, enredando sombras en la profunda soledad.
Tú también estás lejos, ah más lejos que nadie.
Pensando, soltando pájaros, desvaneciendo imágenes,
enterrando lámparas.
Campanario de brumas, qué lejos, allá arriba!
Ahogando lamentos, moliendo esperanzas sombrías,
molinero taciturno,
se te viene de bruces la noche, lejos de la ciudad.
Tu presencia es ajena, estraña a mí como una cosa.
Pienso, camino largamente, mi vida antes de ti.
Mi vida antes de nadie, mi áspera vida.
El grito frente al mar, entre las piedras,
corriendo libre, loco, en el vaho del mar.
Desbocado, violento, estirado hacia el cielo.
Tú, mujer, qué eras allí, qué raya, qué varilla
de ese abanico inmenso? Estabas lejos como ahora.
Incendio en el bosque! Arde en cruces azules.
Arde, arde, llamea, chispea en árboles de luz.
Se derrumba, crepita. Incendio. Incendio.
(Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Pablo Neruda)
sexta-feira, 30 de janeiro de 2009
segunda-feira, 26 de janeiro de 2009
Quanto à textura,
Tudo parecia completo, em seu lugar.
Tão fácil, tão tranqüilo, o intocável colorido.
era doce e terno,
era violento e explosivo,
era perigoso.
Era extenso - comprido
e curto - cumprido, como instantâneo.
Vibrante, silencioso, generoso
perfeitamente - único
Gostoso, quente, agitante
obrigatoriamente - seu
Meu, nosso - deles
como se isso fosse tudo,
era mudo. Decotado.
Prestativo, inspirado, forte
era um fato, inato.
Tinha reflexo, cativava
como um gancho que lhe puxava.
Mas, de repente,
- junto com o horizonte -
se foi.
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